La implementación del comercio electrónico requiere la creación de una adecuada infraestructura tecnológica, un marco legal apropiado y una fuerte seguridad, que garanticen las transacciones comerciales y el pago electrónico. "Hacer" comercio electrónico no es tan fácil como podría parecer. Requiere llevar a cabo un proceso que va desde determinar los productos y servicios que buscas promover en línea, hasta redefinir tus procesos de venta, distribución, cobranza, marketing y servicio al cliente. Crear una infraestructura tecnológica implica lograr un alto nivel de automatización y desarrollar las redes para proveer el máximo acceso a Internet y al correo electrónico.
A pesar de la corta historia del comercio electrónico ya nos es posible hablar de tres diferentes etapas en la evolución del software utilizado para su funcionamiento:
1. Se empezó con un simple formulario HTML: No estaba mal para los comienzos. Un simple formulario es capaz de recoger la orden y enviársela por correo electrónico al vendedor. Sin embargo, cuando el número de productos a vender excede de tres o cuatro se hace imposible presentarlos, junto con sus descripciones y los datos del comprador, en una misma página.
2.- El siguiente paso fue el llamado carro de la compra: La tienda puede presentar un número infinito de productos, cada uno de ellos en su propia página, y el cliente únicamente tiene que ir señalando los que desea comprar. El sistema es capaz de calcular no sólo los precios totales sino también las tasas de envío, impuestos y cambio de moneda.
3.- La tercera generación nos presenta auténticos: almacenes electrónicos con amplias funciones de administración y trato personalizado para cada cliente. Sin necesidad de conocimientos de programación y con tan solo su habitual navegador el propietario es capaz de realizar todo tipo de tareas de actualización de mercancía: añadir, borrar u ocultar temporalmente productos, cambiar precios, establecer concursos, descuentos o promociones, recoger pedidos seguros, trabajar fácilmente con cuentas e inventarios existentes, e incluso manipular imágenes.
Realizar transacciones comerciales en Internet exige disponer de sistemas de comunicación seguros, capaces de adaptarse a las necesidades de estos servicios; por esa razón, es de gran importancia garantizar todas las regulaciones y procedimientos para lograr una verdadera seguridad informática. Para ello es necesario que la empresa pueda definir qué información debe proteger e instrumentar las políticas de seguridad, su revisión periódica y su actualización permanente. Es necesario tener en cuenta que la seguridad debe ser atendida tanto en la intranet de la empresa, como en la red externa de la entidad.
Un buen sistema no almacena el número de la tarjeta en parte alguna, sino que lo envía de inmediato a la central para su autorización. Así, en cuestión de segundos la transacción está cerrada y el vendedor no tiene que preocuparse más que del envío de la mercancía o de la ejecución del servicio. Algunos sistemas sencillos simplemente reciben el número de la tarjeta y validan su numeración mediante un sencillo cgi que comprueba que la numeración introducida está dentro de los parámetros utilizados por el emisor de la tarjeta (VISA, American Express, etc.). Esto únicamente evita que el sistema sea engañado con números inventados, y es imprescindible cuando vendemos software o información que entregaremos al cliente, vía email, ftp o acceso a zonas restringidas del web, en cuanto nos haya facilitado su número.
A pesar de la corta historia del comercio electrónico ya nos es posible hablar de tres diferentes etapas en la evolución del software utilizado para su funcionamiento:
1. Se empezó con un simple formulario HTML: No estaba mal para los comienzos. Un simple formulario es capaz de recoger la orden y enviársela por correo electrónico al vendedor. Sin embargo, cuando el número de productos a vender excede de tres o cuatro se hace imposible presentarlos, junto con sus descripciones y los datos del comprador, en una misma página.
2.- El siguiente paso fue el llamado carro de la compra: La tienda puede presentar un número infinito de productos, cada uno de ellos en su propia página, y el cliente únicamente tiene que ir señalando los que desea comprar. El sistema es capaz de calcular no sólo los precios totales sino también las tasas de envío, impuestos y cambio de moneda.
3.- La tercera generación nos presenta auténticos: almacenes electrónicos con amplias funciones de administración y trato personalizado para cada cliente. Sin necesidad de conocimientos de programación y con tan solo su habitual navegador el propietario es capaz de realizar todo tipo de tareas de actualización de mercancía: añadir, borrar u ocultar temporalmente productos, cambiar precios, establecer concursos, descuentos o promociones, recoger pedidos seguros, trabajar fácilmente con cuentas e inventarios existentes, e incluso manipular imágenes.
Realizar transacciones comerciales en Internet exige disponer de sistemas de comunicación seguros, capaces de adaptarse a las necesidades de estos servicios; por esa razón, es de gran importancia garantizar todas las regulaciones y procedimientos para lograr una verdadera seguridad informática. Para ello es necesario que la empresa pueda definir qué información debe proteger e instrumentar las políticas de seguridad, su revisión periódica y su actualización permanente. Es necesario tener en cuenta que la seguridad debe ser atendida tanto en la intranet de la empresa, como en la red externa de la entidad.
Un buen sistema no almacena el número de la tarjeta en parte alguna, sino que lo envía de inmediato a la central para su autorización. Así, en cuestión de segundos la transacción está cerrada y el vendedor no tiene que preocuparse más que del envío de la mercancía o de la ejecución del servicio. Algunos sistemas sencillos simplemente reciben el número de la tarjeta y validan su numeración mediante un sencillo cgi que comprueba que la numeración introducida está dentro de los parámetros utilizados por el emisor de la tarjeta (VISA, American Express, etc.). Esto únicamente evita que el sistema sea engañado con números inventados, y es imprescindible cuando vendemos software o información que entregaremos al cliente, vía email, ftp o acceso a zonas restringidas del web, en cuanto nos haya facilitado su número.
En el momento de la venta, para no confundir los productos que los clientes compran es recomendable:
- El uso de cookies es el método más eficiente, los cookies contienen un número que se le asigna al cliente en cuanto entra a la tienda. Cada vez que el cliente envía una orden solicitando que se agregue a su carrito algún artículo (o se elimine, etc.) el sistema se introduce en su pc para leer el número de la cookie y regresa al servidor, donde un archivo temporal espera esta información. El software que podríamos denominar excelente utiliza las cookies para reconocer a sus clientes en futuras visitas y poder servirles exactamente la información que desean.
- La dirección IP, generalmente temporal, que es asignada por el ISP cada vez que nos conectamos a Internet, puede identificar a cada comprador.
- Un número generado aleatoriamente que se asigna nada más al entrar a la tienda, se añade al URL y aparece en la barra de direcciones del navegador, aunque éste cambie de página (como un campo oculto en un formulario).
El comercio electrónico no es un sueño futurista, sino que está ocurriendo ahora, con algunas actuaciones satisfactorias y bien implantadas. El impacto del comercio electrónico se dejará sentir tanto en las empresas como en la sociedad en general. Para aquellas empresas que exploten completamente su potencial, el comercio electrónico ofrece la posibilidad de cambios rompedores, cambios que modifiquen radicalmente las expectativas de los clientes y redefinan el mercado o creen mercados completamente nuevos.
Esta perfecta la información muy buena, detallada y sencilla :D
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