La base para una Computadora de calidad y confiable son los ingredientes y el dominio del proceso de integración.
Y ¿después?, ¿existen acciones adiciónales que se pueden tomar para asegurar la calidad? La respuesta es “SI”: podemos realizar pruebas a los equipos después del ensamble.
Los escapes de calidad se traducen a fallas al usuario final, mayor costo de reparación y pérdida de clientes e imagen de la marca, lo que al final del día se traduce en clientes insatisfechos. Tener un plan de pruebas nos ayuda también a probar los componentes y conexiones e identificar problemas potenciales con proveedores. Así mismo podemos aislar causas de algunos fallos en los equipos e identificar posibles mejoras en el proceso.
Existen diferentes pruebas que se pueden llevar a cabo después de la integración.
Configuración: Este tipo de pruebas verifica que el Firmware fue instalado correctamente, así como probar si la configuración del equipo (HDD, Memoria) este correcta. Típicamente requiere interacción humana y puede durar entre 5 a 20 minutos. Es recomendable que este set de pruebas se lleve a cabo justo después del ensamble, esto permite que en caso de haber errores, no se desperdicie tiempo y recursos en el resto de las pruebas.
Funcional: Se prueban los equipos en condiciones ambiente y es recomendable que se realice en el sistema operativo final. El objetivo de esta prueba es identificar que todos los ingredientes funcionen de manera correcta y a su vez que inter-operen correctamente.
De estrés o confiabilidad: Estas pruebas tienen el objetivo de probar si el sistema es capaz de operar confiablemente con carga elevada durante un tiempo extendido. El proceso mediante el cual los componentes son probados se conoce en la industria como “burn-in”. El objetivo principal de las pruebas de estrés es identificar los componentes que van a fallar al principio de su vida (mortalidad infantil), esto permite retirarlos y evitar retornos de garantías en el futuro. Para componentes electrónicos el burn-in se lleva a cabo típicamente con alto voltaje y temperatura. Los tiempos son entre 30 minutos y 12 horas, aunque dependiendo del dispositivo estos tiempos pueden variar.
Monitores de calidad: También conocidos OQM (Outgoing Quality Monitor), son monitores visuales y funcionales que miden la calidad enfocada a las necesidades del cliente. Donde se prueban configuraciones similares a las del cliente para medir el desempeño y características y comprobar que cumplen las expectativas. A su vez incluye una inspección visual de la caja y todo el sistema. Al implementar monitores de calidad se recomienda comenzar con un muestro alto y al aumentar la madurez del producto reducirlo. Es importante que se validen estas pruebas antes de liberar a piso de producción.
Lo que se recomienda es definir un plan de pruebas adecuado a las capacidades de las empresas, productos, etc., donde se mantengan claros los objetivos de las pruebas y de los indicadores a medir.
Es importante asegurar que las pruebas y registros de las mismas se lleven a cabo de manera estándar, esto permite disminuir la variabilidad.
Es recomendable usar Software para el registro, y así asegurar su veracidad. Si los datos son precisos, podemos identificar la causa raíz de las fallas y realizar acciones correctivas, lo que aumentara la calidad de los productos.
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