Como todos sabemos, desde su inicio y sobre todo en la
actualidad, todo equipo de cómputo se basa en gran parte en el procesador, pero
¿Por qué es tan importante este componente? Muchas veces nos referimos al
gabinete armado con todos sus componentes como CPU; pero en realidad cuando
hablamos de la “Central Processing Unit”
o CPU por sus siglas en inglés, nos referimos específicamente al procesador,
que como su nombre lo indica interpreta las instrucciones contenidas en las
aplicaciones y programas, y procesa los datos para ejecutar diversas funciones.
Debido al gran tamaño de los transistores antiguos, los
procesadores se fabrican con instrucciones específicas para su uso, siendo esto
muy costoso y de muy difícil acceso para el usuario común. En la actualidad
muchas de estas instrucciones se configuran en conjuntos o sets y se encuentran
estandarizadas, permitiendo que los procesadores sean más comerciales. Otro
avance que ayudo al proceso de estandarización de los procesadores fue la reducción
de tamaño de los transistores, permitiendo agregar mayor cantidad de estos en
un encapsulado mucho más pequeño.
Pero ¿Cuáles son las principales diferencias entre los
procesadores? Algunas de las características principales a tomar en cuenta son:
los núcleos y sus subprocesos, la frecuencia de reloj, la memoria cache y otras
características integradas.
Sobre los núcleos y los subprocesos
En un inicio los procesadores contaban con un solo núcleo,
pero en la actualidad pueden ir de uno a ocho núcleos físicos, aunque algunos
procesadores cuentan con tecnologías que logran un subproceso o hilo de
procesamiento adicional por cada núcleo físico. Lo importante a considerar es
la relación núcleos reales contra hilos de procesamiento, ya que suelen
confundirse procesadores de 8 núcleos, cuando en realidad existen 4 reales y 4
subprocesos. Por ejemplo, un Core i3 es un procesador de doble núcleo real con
2 subprocesos, por lo que bajo el ambiente del Windows aparecerá que tiene 4 núcleos,
mientras que el Core i5 en realidad tiene 4 núcleos físicos y por ultimo un
Core i7 tiene 4 núcleos reales y 4 virtuales apareciendo 8 hilos de
procesamiento. En el caso de los procesadores Intel Extreme por lo general
tienen 6 núcleos reales y 6 virtuales, entregando 12 hilos de procesamiento.
Frecuencia de Reloj, Turbo Boost y Overclock
La frecuencia de reloj es la velocidad en Gigahertz del
procesador. Esta velocidad está establecida por el BUS del sistema y
multiplicador, es por eso que podemos tener diferentes modelos de una misma
serie de procesadores, con diferentes velocidades. Básicamente es el mismo Bus
pero con diferente multiplicador.
El Turbo Boost es una tecnología propia de Intel que consiste
en aumentar la velocidad del reloj por el corto tiempo en el que se carga una aplicación
o programa; una vez cargado el programa y en ejecución, el procesador regresa a
su velocidad de reloj base.
Por otro lado el Overclock es un modo de aumentar la
velocidad base del procesador por arriba de sus capacidades de forma
permanente, mejorando el rendimiento del sistema completo. Para realizar un
Overclock, se necesita un procesador adecuado, pero además de eso una tarjeta
madre, fuente de poder y memoria que soporte este incremento.
Caché Inteligente o Memoria Caché
La memoria cache o memoria de repetición es un elemento de
los procesadores para repetir cierta acción. Por ejemplo si el procesador
realiza un proceso y el sistema detecta que se repetirá continuamente, en vez
de procesarlo en cada ocasión, el procesador guarda en su memoria caché la acción
y la ejecuta. Es por esta razón que un procesador con más memoria caché es más
eficiente.
TDP
El Termal Desing Power (TDP), es la cantidad máxima de calor
que genera el procesador en operación normal. Esta característica es muy
importante para la selección del disipador de calor o Cooler y para escoger la
Tarjeta Madre que soporte este rango de calor y no dañar el sistema.
Otra característica especial es el video integrado, pues
algunos procesadores contienen en su encapsulado un núcleo para video o GPU, de
esta forma la Tarjeta Madre cuanta con salidas de video. Estos GPUs integrados
dentro pueden ser discretos o hasta llegara a un rango medio, permitiendo
oncluso reproducir algunos juegos.
¿Cómo elegir el procesador adecuado?
La respuesta es muy sencilla, simplemente es necesario saber
qué tipo de aplicaciones usará el equipo. Un usuario convencional con
actividades de Ofimática sencilla o uso casero no necesita un procesador muy
robusto; in embargo, el usuario de alto rendimiento es el que necesita más
especificaciones, donde además podemos dividirlo entre alto rendimiento Gamer y
alto rendimiento Profesional para satisfacer sus necesidades.
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